Tempus Fugit, Carpe Diem, Beatus Ille, Locus Amoenus.
El Hombre del Renacimiento tenia esas cuatro aspiraciones y nos suscribimos a ellas.
Como tempus fugit y hay que encontrar un punto de inflexión en el que acometer una aventura que deberíamos haber hecho antes de cumplir los 30, la cercanía de los 60 se presenta como el mejor candidato para dar una vuelta al mundo en velero.