El Hombre del Renacimiento tenia esas cuatro aspiraciones y nos suscribimos a ellas. Como tempus fugit y hay que encontrar un punto de inflexión en el que acometer una aventura que deberíamos haber hecho antes de cumplir los 30, la cercanía de los 60 se presenta como el mejor candidato para dar una vuelta al mundo en velero.
Sólo hace falta tomar la decisión, lo demás vendrá por añadidura y para unas personas bregadas en los azares de la vida los retos que supone no son obstáculos insuperables. Después de la decisión vienen los planes y los detalles de como realizar esa decisión y de los planes vendrá el trabajo y las tareas que necesitamos acometer para completarlos.
Emulando al sabio hombre del Renacimiento:
- Tempus Fugit: con 60 todavía tenemos fuerzas y condición física para unas buenas navegadas
- Carpe Diem: aprovecha ahora lo que puedas y no postergues lo que quieras hacer
- Beatus Ille: una vida sencilla y apartada del bullicio de la ciudad. Es verdad que uno de los versos del Epodos de Horacio dice aquello de "ni se asusta ante las iras del mar", pero es figurativo :-)
- Locus Amoenus: un buen barco con espacio. Por ejemplo, 50 pies con 3 camarotes, suficiente para que 6 personas y su equipaje estén cómodas.
Yo puntualizaría "Vuelta al Mundo Civilizado"
ResponderEliminarSi tengo que moverme sólo por el Atlántico, pues no me importa. Atlántico centro y norte, incluso.
Podemos añadir el adjetivo :-). En realidad la ruta del Indico sur entre Australia y Sudafrica evita los lugares conflictivos. Claro que uno se pierde tambien experiencias interesantes pero igual es el precio a pagar por no sufrir malas experiencias....despues de ver Capitan Phillips se lo toma uno mas en serio
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